miércoles, 19 de octubre de 2011

Creador de Kinect: "Mi trabajo es inventar el futuro"


Alex Kipman ha revolucionado no sólo el mundo de los videojuegos, sino el concepto de la interacción con la tecnología mediante su dispositivo Kinect, un sistema de reconocimiento del movimiento a partir del cual busca "inventar el futuro".

Después de la sensación que ha causado Kinect en el mercado con tan sólo un año de vida, la tarea de Kipman, director de incubación para Xbox, la consola de juegos de Microsoft, no es nada fácil. Primero, superarse a sí mismo y segundo, crear algo que continúe el camino iniciado.

"Mi trabajo es inventar el futuro", dijo en entrevista con Efe en el cuartel general de Microsoft en Seattle (EE.UU.), en la que hizo balance sobre el primer aniversario de un dispositivo cuyo uso se ha extendido a nuevas aplicaciones que afectan a la "vida real", como la medicina.

Apasionado y entusiasta de su trabajo, este ingeniero de 32 años de origen brasileño, que fue reclutado por la compañía que fundó Bill Gates nada más acabar sus estudios de ingeniería de software, afirma "ahora yo soy mi propia competencia. Lo que necesitamos hacer tiene que ser diez veces mejor que Kinect para continuar construyendo".

Gracias a su sofisticado software, que consta de un sensor de profundidad, micrófonos y una cámara de seguimiento de movimiento del cuerpo en espacio tridimensional, Kinect es capaz de escanear al jugador para que actúe de forma interactiva con su avatar de la pantalla del televisor.

La visión detrás de Kinect, que definió como "un viaje que acaba de comenzar", es adaptar las tecnologías para "poder interactuar con las máquinas en una forma mucho más natural, tal y como funciona en el mundo real".

"Las tecnologías están cada vez más presentes, tenemos más dispositivos y aparatos en las manos, haciendo más complicada nuestra vida. Nuestra visión es ir contra esto", afirma, antes de explicar que en su laboratorio fue capaz de crear "por primera vez, experiencias que nos entienden a nosotros, no a las que nosotros tenemos que entender".

El ingeniero recordó que hasta hace poco estos conceptos para el público eran "ciencia-ficción", pero su objetivo es traducir la ciencia-ficción a hechos.

Para este creador con una sólida formación técnica, al que le fascinan los videojuegos, "esto es algo histórico y no es sólo algo que ha cambiado el mundo del juego o del entretenimiento sino que tiene cambios fundamentales en la vida cotidiana", algo conocido como el "efecto Kinect".

Seis meses después de su lanzamiento, Microsoft liberó el kit de desarrollo (SDK) de Kinect para Windows y ya se emplea en otras aplicaciones asociadas a la vida real, como terapias para los niños con daños cerebrales o enfermos de esclerosis múltiple.

Kipman se mostró "entusiasmado" con las nuevas aplicaciones que se ha dado a su invento, "aunque no sorprendido" por su "enorme potencial".

"Tenemos que entender que el lenguaje de la tecnología tiene una nueva cara. Es algo con lo que se puede interactuar de una forma mucho más interesante y natural. Y esto es sólo el principio", agregó.

Lo próximo para Kinect será una nueva versión, todavía no anunciada, mejorada del dispositivo, mientras que el futuro en el mundo de los videojuegos está por descubrir: "Es algo que no hemos visto todavía".

"No hace falta sacar la bola de cristal para poder afirmar que de aquí a diez años nada será lo mismo"."Hace 10 años casi no teníamos Internet y ahora casi no podemos vivir sin él. La mayoría de gente no tenía teléfonos móviles y ahora no te puedes imaginar la vida sin estos aparatos", recuerda.

Ahora está trabajando en nuevos proyectos -"nada que se pueda contar"-. Sigue en contacto con el equipo de Kinect, pero avanza en su constante búsqueda para reinventar el mundo de los videojuegos.

Se declara adicto al trabajo, disfruta en sus laboratorios haciendo pruebas y creando hardware, software e intercambiando ideas con su equipo, de cerca de 20 personas, donde "si pudiera me pasaría la vida entera".

Eso sí, tiene una norma, cuando sale de Microsoft el trabajo no le acompaña a casa.

"No hago nada de trabajo en casa, nunca. Si no estoy en la oficina no estoy trabajando, no miro emails, no compruebo el teléfono, no hay nada relacionado con Microsoft en mi tiempo libre", ahora bien, "trabajo unas 20 horas al día, siete días a la semana así que paso un tiempo considerable en el trabajo", bromeó.

Entre sus aficiones, además de jugar a "toneladas de videojuegos", le gusta el arte y la música y es aficionado al esoterismo.

Pero sobre todo, ahora quiere pasar tiempo con su hija Ana, que nació en noviembre del pasado año, la misma semana que se lanzó Kinect. "Quiero pasar la mayor parte del tiempo con ella, viviendo como ella descubre el mundo a través de sus ojos, algo fascinante".

Por Elvira Palomo
Seattle - EU

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