sábado, 30 de abril de 2011

La innovación, clave para el desarrollo de una Región


Amnon Levav, co-fundador y director general de SIT (Systematic Incentive Thinking) e invitado especial al Modulo de Competitividad e Innovación Empresarial, de Expogestión Caribe, considera que Barranquilla podría ser más competitiva con el desarrollo de la innovación.

Lenov señala 4 aspectos que deben tener en cuenta en las empresas de la Región, para alcanzar un mejor nivel de competitividad dentro del mercado internacional.
Primero, destaca la importancia de la exploración y la identificación de los aspectos que no permiten innovar. Explica que son aquellas cosas en las cuales las empresas se especializan, y esa especialización les impide hacer las mismas cosas de diferente manera.

En segundo lugar, describió la importancia del trabajo en equipo, y entre diferentes divisiones de una empresa. Esto implica integrar también al área financiera.

Al referirse al tercer punto, Levav recalcó la importancia de la convergencia organizacional. Desmintió que la empresa innovadora es aquella que crea productos constantemente. Para Levav, una empresa innovadora es la que desarrolla mejores procesos organizacionales, crea nuevas estrategias de comunicación interna y busca maneras de que los procesos productivos beneficien a los integrantes de la compañía.

Por último, el empresario recordó que gerencialmente la innovación no se puede medir, sin embargo se hace notar en la cultura organizacional. “Los directivos de una empresa siempre ejecutan actividades que se puedan medir, pero como la innovación no se mide, pocas empresas se arriesgan a desarrollarlas”, dijo Lenov.
Al finalizar dio 3 tips que una empresa debe tener en cuenta para desarrollar su innovación: Capacitación, seguimiento y medición basada en satisfacción.

Por Edgar Beltrán

La Región Caribe es capaz de responder al mercado mundial



Con la presciencia de gerentes y empresarios de la Costa Caribe culminó de manera satisfactoria Expogestión 2011, un espacio organizado por la Cámara de Comercio de Barranquilla para trabajar los temas de Estrategia e Innovación en la Región.

En el cuarto y último modulo, que tuvo como invitado especial a Don Tapscott, experto en estrategia organizacional, se habló de varias empresas nacionales que han logrado conquistar satisfactoriamente el mercado internacional.

Tapscott, enfocó su discurso en la necesidad de las empresas de adoptar nuevas y mejores tecnologías para no quedarse “congeladas” en el exigente mundo del mercado internacional.

“Las redes sociales por ejemplo, ayudan a romper fronteras y encontrar talentos de calidad mundial en poco tiempo”, afirmó el estratega refiriéndose a las ventajas que ofrece la tecnología 2.0 en la reducción de gastos innecesarios.

En su libro Wikinomics, bestseller en el 2007, expone la necesidad que tienen ahora los gobiernos de innovar y construir nuevos modelos democráticos teniendo en cuenta las nuevas tecnologías.

Por otra parte, el ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Sergio Diazgranados, afirmó que “nuestra política de comercio busca que más inversionistas tengan que pagar menos aranceles y aprovechar al máximo las oportunidades de negocio que se van a dar con el exterior”, refiriéndose a las nuevas oportunidades que generará el presente plan de gobierno en relación a la expansión comercial que tiene el país con la firma de nuevos TLC con Europa.

Luego de escuchar las intervenciones de Don Tapscott y el ministro Diazgranados, los asistentes pudieron ser testigos del alcance mundial que han tenido empresas nacionales como Alpina, Sempertex y Pacific Rubiales.

A su turno, el presidente de Alpina, Julián Jaramillo, compartió la filosofía de su empresa basada en 3 pilares fundamentales: excelencia operacional, innovación y eficiencia. Estrategia que le ha permitido a la marca producir un producto nuevo cada 4 días. Esto se traduce a 98 productos nuevos al año.

Entre tanto, el presidente de Sempertex, Oswald Loewy, recalcó la importancia de fijar los objetivos organizacionales en satisfacer mejor las necesidades del consumidor que las ambiciones de la empresa.

“Nuestra empresa ya no se desvela por ser el primero en el mundo, sino por la calidad de nuestros productos”, agregó Loewy mientras explicaba el reto de su compañía.

En palabras de su presidente, “Una compañía familiar y regional como lo es Sempertex pasó a ser mundial con una filosofía basada en la organización y el equipo”.

“Las empresas de la Región pueden alcanzar mercados superiores si se apoyan con una mirada de 360 grados a una tecnología que les permita ser únicos”.

“El reto está en entender las necesidades culturales del consumidor para llegar a satisfacer las exigencias del mercado mundial”, culminó Loewy luego de una emotiva presentación.

Expogestión Caribe 2011 se convirtió durante 2 días en una ventana de exploración al mercado global basado fundamentalmente en las nuevas tecnologías y la necesidad de innovar para poder andar a la misma velocidad de las empresas internacionales.

“Colombia y la Región Caribe tiene potencial para conquistar nuevos mercados y eso lo ha demostrado con los logros obtenidos por las grandes empresas participantes”, culminó Guillermo Heins, moderador de este último panel.

Por Edgar Beltrán R.

“Las empresas están obligadas a adoptar mejores tecnologías”

El invitado internacional Don Tapscott mantuvo acaparada la atención de los asistentes en la última jornada.

El experto en estrategia organizacional Don Tapscott, quien ayer intervino como invitado en la última jornada de Expogestión Caribe, hizo una invitación a los empresarios a adoptar nuevas y mejores tecnologías para no quedarse ‘congeladas’ en el exigente mercado internacional.

Según el analista hay muchas empresas congeladas económicamente por el temor de arriesgarse a utilizar esas tecnologías a su disposición.

“Las empresas pueden atravesar fronteras por medio de las tecnologías para explorar nuevos talentos e ingenios”, señaló el experto internacional en el evento que organizó la Cámara de Comercio y el Centro de Liderazgo y Gestión.

Según Tapscott, las empresas tienen que apoyarse con todo lo que existe en su exterior, no basta con crear una página web, sino plataforma de comunicaciones.

“Las redes sociales, por ejemplo, ayudan a romper fronteras y encontrar talentos de calidad mundial en poco tiempo”, afirmó el estratega refiriéndose a las ventajas que ofrece la tecnología 2.0 en la reducción de gastos innecesarios.

Por eso le insistió a los asistentes aprovechar al máximo esas redes porque son una de las mejores formas de expander negocios en el mundo.

En este sentido manifestó también en la necesidad que tienen ahora los gobiernos de innovar y construir nuevos modelos democráticos teniendo en cuenta, precisamente, las nuevas tecnologías.

Según Tapscott, los empresarios deben continuar encontrando nuevas formas de hacer negocios a través de las diferentes redes sociales.

El presidente de Alpina, Julián Jaramillo, quien intervino posteriormente compartió la filosofía de su empresa basada en tres pilares fundamentales: excelencia operacional, innovación y eficiencia.

Entre tanto, el presidente de Sempertex, Oswald Loewy, recalcó la importancia de fijar los objetivos organizacionales en satisfacer mejor las necesidades del consumidor que las ambiciones de la empresa. “Hay que tener calidad”, dijo.

Por Edgar Beltrán R.

lunes, 25 de abril de 2011

Negocios: Nueva estrategia para el café colombiano



La finca San Alberto está en la familia Villota Leyva desde 1972. Hoy la maneja Eduardo Villota, el hijo de quién fuera el comprador original de los predios de 45 hectáreas en Buenavista, Quindío.

Desde hace unos años, los Villota comprendieron que la estrategia para estar en la caficultura, un negocio que se caracteriza por tener una gran volatilidad en los precios, estaba en conformar una marca de café especial. En este caso, el café de una sola finca –estate coffee-, les pareció la vía más interesante.

El café San Alberto tiene notas de caramelo, chocolate oscuro y acentos frutales de mango y pera. Es suave, de acidez media alta y tremendamente bien balanceado. Siempre que se puedan mantener esas características en todos los despachos, ese es un producto que tiene una demanda clara en lugares específicos del mundo, pero con precios muy superiores a los del mercado del café excelso, que es el normal de exportación.

En San Alberto consiguen un resultado bueno en la taza, haciendo un trabajo singular y minucioso de selección de los granos. “Es la única plantación que tiene un proceso con el cual se garantiza que los mejores frutos llegan a taza”, dice Juan Pablo Villota, director de la compañía y nieto de quién compró la finca. Lo hacen con un proceso que bautizaron de quíntuple selección, que en realidad lo que hace es que le añade dos pasos al esquema tradicional que usan los caficultores colombianos.

El primer paso es usual en todas las fincas. Se trata de entrar a un lote solo cuando el café está verdaderamente maduro. Esto lo saben los agricultores cuando las cerezas tienen un color rojo o amarillo intensos.

El segundo paso le pone el sello particular al proceso San Alberto. En mesas de selección se sacan los frutos verdes o sobremaduros que afectan el sabor del café en la taza. Eso es bastante inusual. En general los demás caficultores toleran sin problema un porcentaje de esos granos defectuosos.

El tercero, otra vez, se hace en toda la Colombia cafetera. En los tanques en los que se lava el café después de que se le retira la pulpa, se sacan los granos que flotan, que son los que tienen mala calidad. No obstante, a diferencia del beneficio tradicional, con un grupo de madres cabeza de familia llevan de nuevo el café a mesas para seleccionar los granos por el color de la almendra.

En el cuarto paso de la selección en San Alberto, lo hacen usualmente los cafeteros y las trilladoras de café. Seleccionan de forma mecánica el tamaño de los granos para descartar los más pequeños.

Finalmente, antes de tostar los lotes de café, un catador prueba muestras para estar seguro de la calidad del producto que se empaca en grano. Esa es una tarea que también hacen los tostadores de manera rutinaria.

Por las mesas de selección pasa cerca del 30% de la producción, pero eso es suficiente para estandarizar y mejorar la calidad del café que sale de la finca. Por eso no sorprende que con un poco de ayuda de propaganda y de herramientas de mercadeo, una libra se venda en el país por $40.000, algo más de cuatro veces el precio del café consumo.

Además San Alberto produce ceca de 100.000 kilos al año, que en buena medida venden en mercados de Corea del sur, Canadá y Suecia y generan ventas de cerca de US$400.000 anuales, que para una finca de esa extensión es un ingreso que casi duplica el normal.

Pero lo relevante, además de tener un buen producto, está en el diseño de la estrategia de ventas internacionales. En 2008 estuvieron en una feria de cafés especiales en Minneapolis, Estados Unidos y eso les sirvió para que la cadena Myungga los invitara en 2010 a Corea del Sur y allí les diera el reconocimiento de Top Class, junto con algunos cafés de Kenia, Etiopía, Panamá y otros países de América Central.

Ese tipo de actividades son las que permiten que negocios como este prosperen. Para Juan Pablo Villota, la forma en la que el café colombiano abrirá nuevos mercados de nicho como los que ellos exploran ahora, se requiere un relevo generacional. Esta actividad de los negocios cafeteros internacionales requiere gente joven, que entienda dos palabras: global y gourmet.

Tomado de Dinero.com

sábado, 16 de abril de 2011

Por qué un concepto tan antiguo como la responsabilidad social empresarial no pasará de moda



¿Dónde apareció el concepto? ¿Se sobreusa? ¿La reputación y el acceso a mercados dependen de la capacidad de responder a las demandas de la sociedad?. Opinión de Maria González-Pérez, jefe del depto. de Negocios Internacionales. Universidad Eafit.

Desde hace cerca de una década se viene comentando el sobreuso del concepto de responsabilidad social empresarial. Sin embargo, su relevancia es cada vez mas manifiesta. Para todos es innegable la proliferación de contextos y escenarios en donde se usa el concepto “responsabilidad social empresarial”, y esto debido a que responsabilidad social empresarial (RSE) tiene diferentes significados para diferentes grupos de personas. Es un concepto que parece decir mucho, pero al mismo tiempo es un concepto multidimensional, ambiguo, flexible, y poco conciso.

En el año 2003, Thomas Bredgaard explicaba que el sobreuso del concepto se debía a que este hace parte natural de un discurso para asegurar el apoyo y el interés de todas las agendas políticas y sociales posibles. Efectivamente, podemos observar que el concepto se utiliza cada vez con más frecuencia, especialmente con fines reputacionales en las relaciones públicas de todo tipo de organizaciones. Pero, más allá de un concepto incorporado a los discursos de posicionamiento social y político, desde finales de los años ochenta investigaciones de corte gerencial y económica han identificado correlaciones entre las prácticas asociadas a la responsabilidad social corporativa con el rendimiento económico de las empresas. Aún, así la relación causal no se evidencia de manera explícita. De hecho, se puede cuestionar si las empresas se comportan socialmente de manera responsable debido a sus éxitos económicos, o si se convierten en compañías exitosas porque se comportan responsablemente con la sociedad.

Desde la década de los noventa, la posibilidad de reportar masivamente y de manera instantánea testimonios, imágenes y videos conducentes a escándalos corporativos a través del Internet, junto con el crecimiento de la influencia de los medios de comunicación, ha aumentado la vulnerabilidad de las empresas y las marcas asociadas a estas. Al mismo tiempo, el incremento del comercio y negocios internacionales ha hecho necesario para las empresas y empresarios apelar a principios universales que excedan el cumplimiento de legislaciones domésticas, no solo por las complejidades culturales y expectativas locales, sino porque el ser socialmente responsable es hoy por hoy una condición de acceso a mercados. Es por tal razón, que la RSE actualmente influencia todos los aspectos de las operaciones empresariales combinando la misión y la estrategia empresarial con las expectativas sociales.

El origen del concepto “responsabilidad social empresarial” no está asociado con un autor en particular o con una fecha en específico. Se pudiera decir que la noción de RSE es tan antigua como las empresas puesto que la preocupación y el sentido de compromiso con la sociedad de las empresas siempre ha estado presente; no obstante el uso del concepto ha coincido con los nuevos roles de las empresas en las economías, la sociedad y las comunidades internacionales.

En el siglo XVIII, al comienzo de las sociedad industrializadas, algunas empresas privadas internalizaron sus responsabilidades sociales de manera paternalista hacia sus empleados. Durante el siglo XIX, el cooperativismo y asociacionismo fueron vistos como modelos conciliadores con los principios de democracia, participación comunitaria y justicia distributiva. Desde comienzos de la era industrial, las practicas y principios aplicados de RSE obedecían a iniciativas derivadas de creencias religiosas y éticas de los dueños de las empresas y de los miedos a acciones radicales de los trabajadores descontentos. A comienzos del siglo XX, eran escasas las obras de filantropía corporativa. Empresarios adinerados hacían donaciones a causas caritativas de sus arcas personales, lo cual sugiere que la filantropía corporativa evolucionó de las iniciativas de individuos particulares que las empresas han asumido e introyectado como propias.

Lo que se conoce como la era moderna de RSE comienza en el año 1953 con el libro que se considera la piedra filosofal de la RSE escrito por H.R Bowen “Las responsabilidades sociales del empresario” (Social Responsibilities of the Businessman). En este libro, el señor Bowen postula que los gerentes tienen la obligación de tomar decisiones considerando siempre estar alineados con los objetivos y los valores de la sociedad. Después de Bowen, vienen autores con Joseph W. McGuire (1963) quien escribe que la responsabilidad social supone ir más allá de las responsabilidades económicas y legales de las empresas y Keith Davis (1980) quien dice que las decisiones de los gerentes sobre las acciones de las empresas deben ir más allá de los intereses técnicos y económicos de las empresas.

Con todo, el auge de la RSE ha coincidido con un incremento en la preocupación por la reputación de las empresas y las empresas han adoptado iniciativas de RSE basándose en el supuesto que tanto los consumidores como accionistas valoran las empresas socialmente responsables (o al menos que rechazar las empresas con comportamiento negligente ante las demandas sociales). Es por esta razón que cada vez más, la responsabilidad social de las empresas va a estar enfocada a mantener su legitimidad social y maximizar su viabilidad financiera. Por esta razón, la RSE no puede ser considerada actualmente como iniciativas voluntarias, puesto que tanto la reputación como el acceso a mercados dependen de la capacidad de respuesta a las demandas explicitas e implícitas de la sociedad.

Por: Maria Alejandra González-Pérez. Jefe Departamento de Negocios Internacionales. Universidad Eafit.

viernes, 15 de abril de 2011

Colombia se proyecta como un socio estratégico de inversión para Costa Rica



Instrumentos y aparatos, Artículos de ortopedia, medicamentos, raticidas, polietileno, circuitos integrados. Estas son algunas de las oportunidades que los exportadores costarricenses tienen en el mercado colombiano, las cuales fueron presentadas en el seminario‘Una mirada a las oportunidades comerciales entre Colombia y Costa Rica’ que se realizó en San José.

El encuentro, organizado por Proexport Colombia junto con el banco Improsa de Costa Rica, Bancoldex y Procomer, contó con la asistencia de cerca de 100 empresarios costarricenses y colombianos que mantienen relaciones de comercio exterior entre los dos países y la presencia del nuevo embajador de Colombia en Costa Rica, Hernando Herrera Vergara.

Los empresarios escucharon conferencias en temas como las alternativas de financiamiento para el comercio, la oferta exportable actual y potencial de Costa Rica hacia Colombia y el apoyo que le puede prestar Proexport Colombia al comprador y al inversionista costarricense.

Colombia y Costa Rica cuentan con grandes oportunidades comerciales y complementarias. Por ejemplo las materias primas colombianas ayudarían a que los procesos productivos costarricenses sean más competitivos no solo por la calidad y el precio, sino por la cercanía aérea y de puerto a puerto entre ambas naciones.

Por otro lado, Proexport Colombia dentro de su labor de identificaciones de oportunidades en nuevos mercados ha identificado oportunidades en Costa Rica para los productores colombianos de medicamentos, metalmecánica, software, materiales de construcción, confitería y metalmecánica.

Según datos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en 2010 las exportaciones a ese país crecieron un 59,4 por ciento con respecto a 2009, generando ingresos por más de US$ 464 millones. Entre los productos que más se exportaron se encuentran los fungicidas, laminados de hierro y acero, envases y empaques y abonos.