viernes, 26 de noviembre de 2010

Cuando “Coca Cola mata Tinto”…


Particularmente a mí me gusta esta frase, la he utilizado mucho en conversaciones de café y por supuesto en algunos casos cuando en lugar de una bebida caliente preferimos una fría, en este caso Coca Cola.
No voy hacer una cuña empresarial a una marca específica, pero, si quiero hablar hoy de las veces que subestimamos el valor de las marcas por lo que representan en el mercado.
Si bien no estoy mal, Coca Cola, la bebida gaseosa más vendida en el mundo, necesita del café, la bebida más saboreada por el paladar de grandes personajes y solo necesita agua con ‘2 de azúcar’ para lograrlo. No son competencia, son equipo.
Así pasa en nuestro mercado con las compañías. Ayer viví una experiencia muy linda cuando fui con mi esposa a descubrir el sexo de mi bebé a través de una ecografía. Queríamos ir a un centro radiológico en el norte de la ciudad porque nos quedaba cerca y porque son reconocidos por su estatus. Sin embargo, cuando sondeamos con algunos conocidos todos nos recomendaron una clínica de ecografías ubicada hacia el sur de la ciudad, media hora en carro desde donde estábamos.
Cuando llegamos, nos sentimos tan contentos con la forma como nos trataron, la forma como nos explicaron la ecografía y la fluidez de todos los procesos. Fue excelente, nunca había sido atendido así en un centro médico. No obstante, varias personas habían subestimado el lugar aunque nunca habían ido, se referían al sitio de forma despectiva solo por la zona donde queda.
Muchas empresas hacen lo mismo, cuando una empresa se posiciona pierde humildad, subestiman a las PYME y se sienten seguros de que nadie los sacará del mercado. Pero aquí no quiero incluir a los grandes monopolios del mercado como Pepsi y Coca Cola, quiero hablar de aquella empresa familiar que de la noche a la mañana creció y que luego de haber crecido se olvida de que alguna vez fue ‘tienda de barrio’ o empresa de garaje.
Es, en este punto, el momento específico en el que las empresas comienzan a decir: ‘No necesito publicidad’, ‘Soy el mejor’, ‘Nadie me iguala’ y comienza a alimentar el ego buscando el monopolio de la razón absoluta. Grave error en una compañía. Porque mientras esa institución piensa de esa manera hay otras que están pensando en ‘Mi mejor publicidad son mis empleados y mis clientes’, ‘Quiero que la gente siempre me recuerde’, ‘Voy a tener una oficina de Comunicaciones’- esta última frase es clave, ¿Por qué? Por la simple razón que esa empresa quiere siempre comunicarle algo a su público, mientras la que por arrogancia ‘No necesita publicidad’ le está comunicando algo, y ese mensaje es algo así como un ‘No me interesa lo que pienses igual tienes que comprar aquí porque no tienes opción’.
Advierto, el hecho de que este artículo tenga este nombre no quiero decir que la compañía Coca Cola sea de los grandes arrogantes, solo fue un título creativo para contextualizar el tema. Por el contrario admiro la marca, porque es una marca que nunca ha dejado de mostrar a través de sus comerciales el valor de la vida y por las cosas de la vida.
Es una empresa que todo el tiempo le está comunicando a usted que una Coca Cola puede ser ‘familiar’, que es un motivo para ‘compartir’, que cuando se combina con una torta es momento de ‘celebrar’ y así sucesivamente.
Al igual en Colombia empresas de café recalcan valores, comunican amistad ‘tomémonos un tinto, seamos amigos’, pero otras lastimosamente cuando empezaron a expandirse y montar tiendas por todas partes no nos han dicho ‘sabes qué, estoy contigo’ o algo así por el estilo. No hablo de publicidad, hablo de valores corporativos y eso lo reflejan las empresas a través de la ‘Comunicación’. Son capaces de decirle al cliente ‘Aquí estoy’ me estoy mostrando, me estoy moviendo, me estas escuchando. Existo, luego ustedes son la razón por la cual estoy aquí, en el mercado.
Razones sencillas, frases de cajón, que importa lo que sea, lo importante es la humildad gerencial con el que comuniques las cosas. Más que una cuestión de forma, es una cuestión de fondo, la manera como una empresa trate a su público y los empleados hacen parte de eso.
Pues bien, estos fueron algunos rayoncitos que hice en mi mantel mientras me tomo un café campesino, de esos endulzados con panela. y usted ¿qué desea tomar esta mañana? le recomiendo uno de estos...son buenos. EB

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