martes, 3 de mayo de 2011

Primera Dama de Colombia habla de Responsabilidad Social Empresarial



Palabras de la señora María Clemencia Rodríguez de Santos, en la Conferencia Iberoamericana de Responsabilidad Social de las Empresas 

La educación es la clave del futuro. Es la clave del destino del hombre y de su posibilidad de actuar en un mundo mejor”.

Esta cita del presidente Kennedy refleja una tesis que ha sido constante en los grandes líderes y pensadores del mundo, quienes, de manera consistente, han visto a la educación como un elemento trascendental en el desarrollo de una sociedad.

Educar, cuidar bien a nuestros niños, es una responsabilidad que debemos asumir hoy, no sólo porque ellos sean promesa de futuro, sino, sobre todo, porque son sujetos de derecho y realidad del presente.

Es una responsabilidad admirable porque la educación –y no sólo ella, sino la atención integral en todas las áreas del crecimiento– es, como bien lo sabía Kennedy, el mejor aporte que se puede dar al capital humano de un país.

En Colombia ese aporte, esa valiosa tarea, la han realizando desde hace décadas un grupo de organizaciones y empresas que han liderado el tema de la Responsabilidad Social.

Entre ellas, por supuesto, Comfama, que desde hace más de 50 años trabaja por mejorar la calidad de vida de sus afiliados y sus familias en distintos ámbitos, entre los que se encuentra, por supuesto, la educación, cuidado y formación de nuestros niños.

No puedo dejar de mencionar a la Fundación Carolina de España, una organización sin ánimo de lucro que desde el 2004, cuando llegó al país, ha desarrollado una gran red de apoyo para fomentar las actividades académicas y de investigación.

Ustedes han invertido no sólo dinero sino también esfuerzo para permitir que nuestros niños y jóvenes tengan acceso a la mejor herramienta para el futuro: la formación de calidad.

Soy una convencida de que esa es la mejor forma de ejercer la Responsabilidad Social.

La educación, la formación de los niños, genera valor para la sociedad y contribuye a reducir las diferencias sociales sin caer en paternalismos ni asistencialismos.

De eso, precisamente, se trata la Responsabilidad Social de las empresas: no sólo de mirar hacia adentro, sino de aportar bienestar y desarrollo a su entorno.

Hoy quisiera hablarles de un programa, que ha sido considerado prioritario por el Gobierno, y al que le tengo un afecto y dedicación especial, que lanzamos hace algo más de dos meses: “De Cero a Siempre”.

Este programa se basa en una sencilla premisa:

Si garantizamos una atención integral a los niños menos favorecidos desde la primera infancia –que es la etapa en que se forman el cerebro y las habilidades del ser humano–, les daremos las herramientas para construir un futuro con más opciones y para integrarse mejor en la sociedad.

¿A qué me refiero cuando hablo de atención integral?

Desde construir ambientes adecuados y seguros en todos los contextos donde transcurre la vida de los niños, hasta garantizarles una buena nutrición, una adecuada vacunación, acceso a servicios públicos, buen cuidado y educación de calidad.

El premio nobel de economía James Heckman –quien nos acompañó el día que lanzamos el programa– ha demostrado que invertir en la atención de los niños de familias más pobres durante sus primeros años de edad, redunda en una sociedad con oportunidades más equitativas, y con mayor potencial de generación de riqueza y prosperidad.

En nuestro país existen 2’800.000 niños entre los cero y los cinco años en situación vulnerable.

De estos, sólo un poco más del 20 por ciento recibe una atención integral.

Para el 2014 nos hemos propuesto la meta de pasar de 600 mil niños –que atendemos hoy– a por lo menos 1 millón 200 mil, con una inversión de 5,6 billones de pesos.

Ya varias empresas se han vinculado a este programa esencial para la creación de una sociedad más justa, y quiero aprovechar este momento para invitarlos a participar de nuestro proyecto “De Cero a Siempre”.

Ustedes, que cuentan con el conocimiento y la experiencia en proyectos educativos exitosos, seguro tienen mucho que aportar a este sueño que queremos y que vamos a cumplir.

Si unimos esfuerzos para remar hacia la misma meta, el camino se hará más liviano y llevadero.

Quiero resaltar, también, la importancia de reflexionar sobre el papel que tienen las empresas en una sociedad en busca de equidad y desarrollo como la nuestra.

Gracias, Comfama y Fundación Carolina, por ponernos a pensar en que todos podemos contribuir a crear ese país prospero y equitativo que soñamos.

Gracias también por apostarle a la niñez del país porque, como dijo la poetisa Gabriela Mistral:
“El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde”.

Muchas gracias.

María Clemencia Rodríguez de Santos, Primera Dama de la Nación.

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