La paisa ya había estado en el set de noticias como presentadora de farándula y ahora, a los 32 años, asume el reto de ponerle la cara al '1, 2, 3' de CM&.
¿Imaginó que volvería a la televisión informativa?
En mi vida ha sido una constante aceptar nuevos retos.
¿Y qué reto quiere asumir con esta nueva aparición como presentadora en un noticiero?
Este compromiso responde a un viejo anhelo de realizarme como comunicadora.
¿Qué le gusta del ‘1, 2, 3’?
Que es un formato innovador, con nuevas caras, que genera debate y controversia.
¿Qué tal Yamid Amat como jefe?
Los jefes me asustan y me saben a regaño. Pero por algo Yamid es considerado maestro de maestros, él es muy dulce, estricto y buen critico de mi trabajo.
¿Cómo ve el panorama informativo en televisión?
Demasiado competido, por eso reclama una excelente calidad. Siempre he admirado el grado de independencia, profesionalismo e innovación del equipo de CM&.
¿Qué la atrae de la pintura?
Ver cómo los artistas comunican, desahogan y liberan sus pensamientos y sentimientos a través de sus obras y técnicas.
¿Aún tiene el caballete guardado?
Ya lo saqué y lo desempolvé.
¿Qué la inspira frente al lienzo?
Estar sola, con buena música y pensar en lo que me gustaría hacer que no he hecho, y en lo que me gustaría ser que no he sido ... y que tal vez no vaya a ser nunca. Como una fumadora compulsiva, que es lo que estoy pintando ahora.
Su pintor colombiano preferido.
Tengo dos: Jaime Arango y Ana González.
Una galería de arte que recomiende.
Galería Sextante, la del loco Luis Ángel Parra, ahí compré mi primer cuadro, de Luis F. Peláez.
¿Cuántas veces (como modelo) se vistió de novia antes de ir al altar?
Muchas, así que el mito de que si uno se pone un vestido de novia antes del matrimonio no se casa, es falso.
¿Aún practica ballet?
No, soy una bailarina frustrada, pero del ballet heredé la disciplina, la postura y unas viejas zapatillas.
¿Ya vio ‘El cisne negro’? ¿Es tan duro el mundo del ballet?
La vi, y ahí lo duro no es el mundo del ballet, sino la presión de una niña por alcanzar la perfección, presión que le derivó una madre frustrada que quería ver en su hija lo que ella nunca pudo ser.
¿Cuál es el papel que más le ha gustado interpretar?
El de Rosalba, una empleada del servicio. Creación del director Hárold Trompetero.
¿Planea volver a la actuación?
No por ahora.
¿Qué disfruta de ser mamá?
Volver a ser niña, tener secretos que sólo comparto con mi hija y darle besos a Emiliano todo el día.
¿Qué tan exigente es ser modelo en Colombia?
Depende de quien te guíe en tu carrera, lo importante es que te acepten como eres; flaco, alto, bajo, gordo. Si no es así, acaban con tu carrera, tus sueños y hasta tu vida.
¿En qué cree?
En el amor y en ser una buena persona.
¿Tiene rituales?
Abrazar a mis hijos todas las noches y rezar el ‘Ángel de mi guarda’.
¿Y amuletos?
Una piedra de amatista.
¿Cómo terminó siendo chica Águila?
Águila fue patrocinador del concurso La Modelo del Año y la que ganara debía hacer un calendario. No gané, pero me llamaron a mí.
Un recuerdo curioso como chica Águila.
Una flor amarilla gigante en toda la mitad de mi frente.
¿Qué tan difícil es empezar en el modelaje a los 13 años?
En mi vida nada de lo que he elegido se me ha hecho difícil, tuve una imagen de papás trabajadores y emprendedores, así que a los 13 sentía que debía ser como ellos.
¿Alguno de sus hijos ya está pidiendo pista para seguirle los pasos o quizá se inclinan por el fútbol como su esposo?
Emiliano va a ser un goleador. Oriana sueña con ser una sirena rosada.
¿Qué tanto le gusta el fútbol?
En mi casa manda el verde.
¿Y le ha traído problemas por el control del televisor?
Sobre todo los domingos entre 5 y 6 de la tarde.
Tomado de El Espectador
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