viernes, 18 de febrero de 2011

Economía: Anif reactivó debate sobre ajuste del salario mínimo

Foto: El Heraldo.

El debate sobre el ajuste del salario mínimo continúa. Para Anif, el incremento se debe realizar a través de una fórmula universal y no mediante un ajuste de tipo "político" como el registrado en enero.

Para algunos expertos, este fórmula es demasiado técnica y no se ajusta con la realidad del país; otros, coincidieron en que aumenta la informalidad y la inflación.

Desde hace años la concertación sobre el salario mínimo entre el Gobierno y centrales obreras ha sido reemplazada por decreto. Anif explicó que el cálculo debería estar planteado por una fórmula universal.

Esta revisión técnica es la inflación combinada con la Productividad Laboral (PL). Según Sergio Clavijo, presidente de Anif, si no se tienen en cuenta estos aspectos se "afecta el precio relativo del factor trabajo y, con ello, agravarán el problema del desempleo estructural y de la informalidad laboral".

Además de afectar el rango meta de la inflación propuesta por el Banco de la República, se está realizando un aumento por encima de la productividad del país, que según la entidad ha tenido registros negativos de 2008 a 2010.

Sin embargo, la propuesta ha sido cuestionada por expertos consultados por LR. De acuerdo con Felipe Campos, director de investigaciones económicas de Alianza Valores, el cálculo no es justo, ya que es muy técnico en sí; sin embargo, explicó que a largo plazo puede ser viable.

"El gobierno corre riesgo, debido a que el 2011 es un año de mucha incertidumbre con lo que a presiones inflacionarias se refiere, entonces con la medida del Gobierno de subir el salario mínimo se puede provocar que el Emisor también suba sus tasas", afirmó el experto.

Julio Roberto Gómez, presidente de la Central General del Trabajo (CGT), afirmó que la diferencia del 3,4% al 4%, es decir $105, no se puede ubicar en "una causal de desestabilidad económica". Según Gómez, la solución está en aumentar el salario para que la economía se catapulte.

En cuanto a las posibles presiones inflacionarias por parte del paro, indicó que no habrá mucha influencia en los precios de los artículos de la canasta familiar, pero sí un desabastecimiento por algunos días mientras la situación retorna a la normalidad. "Lo que sí puede afectar el costo de la canasta familiar es que los especuladores y acaparadores hagan de la suya", señaló.

Sin embargo, para Mauricio Reina, investigador asociado a Fedesarrollo, el panorama inflacionario pinta diferente. "Cuando uno incluye al salario mínimo un aumento que corresponde a una presión coyuntural como era la del invierno en los alimentos, termina convirtiendo esa presión inflacionaria en algo permanente", dijo Reina.

Por otro lado, según el experto el aumento salarial por encima de la productividad salarial traería más informalidad, ya que el empresario al ver que tiene que pagarle más de lo que rinde en productividad, es un incentivo para sacarlo de nómina, o reemplazarlo por una máquina. Anif, al hacer la perspectiva histórica de cuál debió haber sido la trayectoria del salario mínimo, observó algunas "anomalías". La primera tiene que ver con que las negociaciones del salario se hacen en diciembre, cuando los datos de inflación y productividad laboral son tentativos. Y la otra explica que los datos de productividad laboral se han visto sujetos a cambios metodológicos.

Para Juan Carlos Guataquí, profesor de la Universidad del Rosario, "hay tantas medidas de la productividad laboral como opiniones sobre el salario mínimo".

Según Guataquí, "nunca hay consenso sobre el dato de la productividad laboral. Este tiene que tener en cuenta la inflación proyectada, la observada, la productividad laboral y el aporte de los asalariados al PIB, y no sólo un factor", agregó.

"Estoy de acuerdo con posición de Anif"

Según Mauricio Reina, investigador asociado a Fedesarrollo, los aumentos salariales deberían consultar dos variables: el incremento de los precios y la productividad. Un alza que vaya por encima de esos dos, trae dos problemas: implica un estímulo para la informalidad y/o el desempleo, y tiende a ser permanentes las presiones inflacionarias que hasta el momento son coyunturales. "La inflación del año pasado y a comienzos de este, podría haber desaparecido, y sin embargo ya quedó incorporada en muchos agentes económicos por la vía del aumento del salario mínimo".

"Hay que tener cuidado con los ajustes"

De acuerdo con Julián Cárdenas, gerente de investigaciones económicas de Corredores Asociados, hay que tener cuidado ante los ajustes concedidos por el Gobierno al salario mínimo en enero, pasándolo por decreto de 3,4% a 4%.

"Esos incrementos muy por encima pueden generar presiones inflacionarias; sin embargo, pienso que no es el caso de la situación actual. El ajuste es marginal y aunque pueda afectar los precios de diferentes cosas que se ajustan al salario mínimo y a la inflación, por ahora pareciera que el impacto no es tan grande", afirmó Cárdenas.

"Se debe incrementar el salario mínimo"

Para Julio Roberto Gómez, presidente de la Central General del Trabajo (CGT) las presiones inflacionarias no se dan porque se haya aumentado el salario mínimo o por el paro nacional de camioneros. "Aquí lo que hay que desarrollar es una política tendiente a iniciar un proceso para el pago de la deuda social que se tiene para con la mayoría población colombiana, para que salgamos del subdesarrollo y pobreza", dijo Gómez quien agregó que se trata de un salario mínimo que no alcanza a comprar la mitad de la canasta familiar para el denominado estrato bajo, entonces no tienen la razón".

Con información de La República

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