domingo, 27 de febrero de 2011

¿Podría Donald Trump sacar de la Casa Blanca a Obama en el 2012?

Donald Trump/Foto: Internet


El millonario figura cerca del Presidente en la intención de voto, pese a no estar en campaña.

De un mal genio proverbial, acompañado siempre por los rumores acerca de si usa o no un tupé, el magnate inmobiliario, dueño de hoteles, casinos y rascacielos, podría ser Presidente de EE. UU., de la mano de su joven esposa -una modelo de origen eslavo- que, en ese escenario, sería una sensual primera dama.

Si bien parece un chiste, no lo es para un gran sector del público estadounidense al que, todo indica, les atrae la idea de llevar a este excéntrico millonario a la Presidencia de Estados Unidos.

Eso, al menos, es lo que se desprende de una reciente encuesta de la revista 'Newsweek' en la que se midió a los posibles contendores del presidente Barack Obama para las elecciones del 2012.

De acuerdo con el sondeo, "The Donald" -como se le conoce popularmente a Trump- podría hasta derrotar a Obama en esos comicios si le dieran la oportunidad.

En la encuesta, el actual presidente obtendría el 43 por ciento de los votos frente al 41 por ciento de Trump, bien dentro del margen de error que es del 3 por ciento.

El resultado tomó por sorpresa a más de uno. Si bien Trump nunca ha escondido que le gustaría aplicar para el trabajo de la Oficina Oval, siempre se había considerado una pretensión ajena a la realidad y más producto de un afán de figuración.

Pero el sondeo, al parecer, le da carne y hueso a sus aspiraciones.

Lo que pretendía la muestra era medir a cuál de los posibles rivales de Obama le iría mejor si resultara nominado por el partido republicano. Trump ocupó el segundo lugar, compartido con Mitt Romney, ex candidato a la nominación en el 2007.

Mike Huckabee, también pre candidato ese mismo año, ocupó el primer lugar empatando como Obama en una posible contienda (46 por ciento para cada uno).

Mejor puntaje que Sarah Palin

Muy revelador también, "The Donald" supera a Sarah Palin, la ex candidata a la vice presidencia y que es considerada como una fuerte carta en el partido.

Por supuesto, aún faltan 20 meses para las elecciones y Trump, primero, tendría que ganar la nominación por el partido republicano, donde no es el favorito.

La misma encuesta trató de medir el respaldo que tienen en el partido las figuras que están en el sonajero. La lista la encabeza Romney, (19 por ciento), seguido de Huckabee, (18 por ciento), Palin, (10 por ciento) y Trump, de cuarto, con el 8 por ciento.

El multimillonario, además, tiene muchos factores que juegan en su contra.

Para comenzar, políticamente ha sido como una veleta. Si bien arrancó como republicano, en el 2000 anunció su posible adherencia a un "tercer partido" o el Partido Reformista.

En el 2001 se registró como demócrata solo para volver a las toldas republicanas en el 2009 cuando apoyó la candidatura del senador John McCain. Cuando se le ha preguntado por sus ambivalencias, Trump contesta que en realidad no pertenece a ninguno y que le atraen más las características de las personas que sus colores políticos.

También están sus posiciones frente a temas polémicos y en los que no parece estar en la misma página de la base conservadora. Es partidario, por ejemplo, del aborto, siempre ha defendido el cubrimiento universal del la salud (que los conservadores rechazan), y ha criticado con dureza el envío de tropas estadounidenses a otros países como Irak o Afganistán.

Así mismo, tampoco lo ayudan sus dos matrimonios, el último de ellas con una mujer casi 30 años menor.

Aunque sus chances no son los mejores en la carrera por la nominación republicana, una candidatura del magnate por un tercer partido -como se ha especulado- sería devastador para este partido. Dado sus credenciales conservadoras en términos fiscales, le robaría votos a los republicanos y le entregaría una victoria casi segura al presidente Obama.

Algo que también facturan en la encuesta de 'Newsweek'. En todos los modelos, cuando Trump se lanza a la contienda representado a un tercer partido, Obama le da una tunda a los rivales.

En el caso de Romney, esté bajaría a un 38 por ciento, si Trump se la juega, mientras que Palin caería a un 21 por ciento. Obama, por su parte, mantendría porcentajes superiores al 45 por ciento.

Datos que deben tener muy preocupado al establecimiento republicano. Aunque Trump le ha coqueteado a la candidatura por más de una década, en esta ocasión parece que va en serio.

Desde el año pasado, lanzó una "comisión exploratoria", considerado el primer paso hacia una candidatura, y este mes dio un discurso en la Conferencia Conservadora de Acción Política, la cita anual de los conservadores del país y donde suele comenzar la carrera electoral.

Y "The Donald", vale anotar, cuenta con una fortuna personal que le permitiría lanzarse aún sin el apoyo del establecimiento.

Como en "El Aprendiz", el "reality" de televisión que dirige desde hace 10 años, Trump parece listo a dar la pelea por el primer lugar.

Quién es Trump

Más que un magnate del sector inmobiliario, que lo es, Donald Trump es considerado en Estados Unidos toda una celebridad. De gustos extravagantes, como su pasión por las modelos y la lucha libre, ha sido nominado dos veces a los premios Emmys por su popular reality "The Aprentice" (El Aprendiz), suele codearse con la "crema" de la farándula y con frecuencia aparece en noticieros y periódicos como voz autorizada para comentar sobre la situación económica y política del país.

De 65 años, Trump está casado en segundas nupcias con Melania Knauss, una eslovena de 38 años con quien tuvo su quinto hijo en el 2006.

Además de millones de metros cuadrados que posee en Nueva York, es dueño de hoteles, casinos y campos de Golf en diferentes regiones del país.

También posee, junto a NBC, el concurso de Miss Universo. El magnate ha estado al borde la quiebra en varias ocasiones, pero ha logrado salir adelante en todas ellas.

Ross Perot

Un caso similar al de Trump podría ser el Ross Perot, el multimillonario texano que se lanzó a la presidencia en 1992 y 1996 en desafío a los partidos tradicionales demócrata y republicano. Aunque Perot nunca estuvo cerca de la presidencia, en las elecciones del 92 obtuvo un 18 por ciento de los sufragios, el más alto en toda la historia de EE. UU. para un candidato independiente.

Su candidatura, además, incidió en los resultados electorales de ambas citas. Si bien Perot le robó votos a ambos partidos, se cree que los republicanos se vieron más afectados. Bill Clinton, demócrata, ganó en ambas ocasiones. Primero frente a George Bush y luego Bob Dole.

Con información de El Tiempo

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